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Se relata una leyenda de un antiguo monstruo que aterraba a todo ser vivo que se cruzará, y que tenía el poder suficiente como para borrar a toda la humanidad de la faz de la tierra, que se creé que robó del infierno al mismísimo Demonio. Teman pues se trata de una criatura lo suficientemente fuerte como para derribar un árbol gigante de un simple golpe. Capaz de correr distancias incalculables a una velocidad superior a cualquier caballo. De un tamaño monstruosamente imposible para cualquier tipo de ser vivo, excepto él. Teman pues, el monstruo aún no ha sido eliminado. _________________ Estaba pensando en un Riren, pero ya se fue mi inspiración, así que lo dejo como una idea. Tenía pensado en que Levi y Mikasa se cruzarían con este titán que se quedaba siempre en la parte alejada de los otros titanes, ni se esforzaba en intentar llegar a las murallas y no atacaba para comer humanos. Es más como que los corría para que lo dejaran solo más que nada. Se veía aterrador como el resto, pero no los atacaba a matar. Quizás podrían utilizarlo. No había pensado como aún. Pero pensaba en que en alguna parte del camino el podría transformarse por su propia cuenta o quizás alguien le traería un portador para que se lo comiera, no se.
Naruto consiguió alcanzar su mayor sueño, ¡Logró volverse el séptimo Hokage! ¡Incluso logró formar una linda familia con Hinata, y tener dos pequeños! Pero a pesar de lograr sus metas y dejar en claro a todos los demás de que si valía para algo y no era simplemente un niño maldito sin valores, algo en el fondo de su corazón y su ser lo pinchaba duramente. El pinchazo nació demasiado temprano en su vida pero aprendió a disimularlo, y aún en la actualidad el mismo retumbava en el silencio. Hacia mucho ruido en sus oidos. Pero no podía tomarlo en cuenta ahora, no. Era un adulto y tenía muchas aldeas bajo su mando como para andar distraído en su vida. Pero aún así no pudo notar a alguien con él como para evitar que lanzará una bomba de humo en su oficina y se perdiera en la ceguera. Era tan estúpido como para andar distraído. Se movió por los sitios vacíos donde él sabía que habían cosas en su oficina y se dirigió a la ventana para salir al balcón y que el humo se dispersara. Extraña fue su sorpresa de que nunca encontrará su ventana pero el humo se dispersara como su hubiera viento alrededor, extraño porque también sintió el viendo en sus ropas. La negrura del humo desapareció y sólo pudo observar sorprendido el muro de las afueras de Konoha. ¿Porqué estaba afuera de Konoha? __________ Esta idea se me ocurrió con el pensamiento de que el Naruto adulto fuera transportado a un mundo o dimensión en la que Naruto fuera un niño. Por lo tanto; $ Sus padres siguen muertos. $ Todos con quienes se fue encontrando en su vida siguen ahí como cuando los conoció. $ Y ahora se me fue que pensé cuando quería armarla, pero supongo que depende de quien quiera hacer un fic con la idea; que hubiera en la misma dimensión una naruto pequeño o que no lo haya; $ Si lo hay bien, supongo que se volvería complicado intentar que no se encuentre con su yo más viejo. $ Y si no lo hay supongo que podría usar el pensamiento de que el Naruto pequeño desapareció por el efecto de que cayera otro Naruto en esa realidad. __________ Ya recordé; Naruto adulto observaría todo desde los bordes mientras su pequeño yo va creciendo. Incluso en una parte apartada se encontraría con Ero - Sennin y lloraria frente a él mientras es feliz de que Naruto se convirtiera en Hokage, lo reconocería e incluso compartirían el helado que estoy seguro le hubiera gustado compartir a Naruto. Porque naruto quería especialmente que él lo viera convertirse en Hokage. Incluso le mostraría a Kakashi en algun momento que logró su sueño de ser Hokage, estaría tan contento. Naruto en algún punto se infiltrados como "Profesor", siendo ayudado por Kakashi obvio, es muy torpe para intentarlo sin que lo descubran de inmediato. Naruto comparte más tiempo con los dos como le hubiera gustado, porque está vez si lo va a aprovechar al máximo. Porque sabe que después todo se acaba y se arrepentida mucho de no haber hecho algo cundo tuvo la oportunidad, ahora la tiene. Aún con varias cosas en su mente Naruto no puede olvidar lo que lo tuvo tan agobiado en su vida, cuando ve nuevamente el momento donde sabe que todo comenzó. Cuando comenzó a enamorarse de Sasuke. Si ya se, el que escriba con esta idea no está obligado a poner este punto, ya que Naruto no tiene específicamente este pensamiento en el original, pero yo se de muchas otras cosas que lo agobian, la pueden remplazar. Luego está el contante pensamiento de sus hijos en su mente. Más claramente las dolorosas palabras de Boruto en alguna parte del camino. "¿Quién querría padres su fueran como tú?" Naruto realmente esta seguro de que su hijo tiene un punto, era un mal padre. No tiene lo que se necesita para ser uno, ni lo que necesitan sus pequeños hijos. Le gustaría ser suficiente, pero no está seguro de serlo para nadie. El moriría, reviviría, moriría de la peor forma, reencarnaría e incluso seria maldito si fuera necesario para las personas que ama. Estoy seguro de que él tiene mucho en que pensar. [Gracias a la persona que creo la imagen, realmente cayó con mi idea]
En algún momento indefinido en el tiempo y en algún sitio desconocido desde la esquina más alejada de una realidad que está quebrada en dos dimensiones fuertemente entrelazadas, se observa una pequeña guarida sobre una roca apartada de cualquier tipo de población. Estacionada en un vacío verde y negro que gira de forma indescifrable mostrando patrones desordenados en los que los colores se retuercen en remolinos y se deshacen una y otra vez intentando dar otra forma. Piezas gigantes de algún reloj fuera de lo normal se encontraban flotando en los alrededores de forma misteriosa y extraña, puesto que flotaban en contra de la gravedad en un vacío verde que no parecía tener fondo o suelo en ningún otro lado más que en la roca de guarida que flotaba en ese mismo lugar. Un par de columnas oscuras y antiguas se alzaban sobre la piedra, además de una que otra pequeña o mediana planta que se habría paso entre la roca gris y se mantenía en muy buen estado sin la necesidad de algún sol presente. Mientras en medio de todo el sitio se encontraba alguna especie de espejo ovalado y ligeramente antiguo posado sobre dos patas de madera que lo mantenían encarando el vacío verde y negro sin oportunidad de apartarse, el cual mostraba un giro constante de alguna niebla misteriosa que no se encontraba en ningún lugar además de su reflejo allí. Y en una pequeña piedra escondida en una esquina se podía observar un cilindro grisáceo y verde que mostraba estar fabricado de alguna especie de metal resistente, el cual se tambaleaba ligeramente de un lado a otro cada tantos minutos. - ¿¡Realmente crees que puedes tenerme encerrado en esta porquería por una eternidad, maldito viejo!? - Una voz oscura y llena de veneno gritaba a lo alto y parecía provenir del pequeño aparato. - ¡Pronto todo va a cambiar! - Un rostro se magullo en el pequeño cilindro en un segundo junto con un sonido de metal magullado, y la voz pronunció bajando su tono y volviéndose más macabra antes de soltar una carcajada tenebrosa. - Y no creo que puedas evitarlo. ---------○--------- En una habitación silenciosa, oscura y desordenada de pronto se dejó entrar la iluminación en conjunto con el fuerte sonido de un portazo al abrirse la única puerta del sitio y no tardando en llevarse todo rastro de luz al azotarla de nuevo por cerrar de inmediato tras dejar entrar un cuerpo tembloroso que se mantenía encorvado sobre sí mismo. Un muchacho joven de cabellos oscuros entró con sus ropas repletas de sangre opaca que no dejaba de salir de algunos lugares en su cuerpo, algunas cuantas manchas verdes y brillantes pintaban sitios en su piel pero no parecían mostrar de donde provenían. Las manos del individuo temblaban cual gelatina e intentaban desesperada y dolorosamente no apartarse de su abdomen en el cual parecía haberse juntado más de la sustancia rojiza sobre su camiseta que en el pasado podría haber sido de algún color claro. Caminando a tropezones entre todas las cosas que se encontraban lanzadas en el suelo el muchacho intentaba avanzar lentamente intentando llegar a la cama pequeña que se encontraba en medio de la habitación. Lágrimas resbalaban desde la pálida piel de las mejillas hacia el suelo, y lamentos bajos y reprimidos a la fuerza intentaban soltarse desesperadamente intentando amortiguar el dolor indescriptible que podría estar sintiendo el niño en esos instantes. Cuando sus piernas temblaron más de lo que ya lo hacían dejaron el cuerpo caer a su suerte al no tener más fuerza para sujetarlo dejándolo caer hacia adelante de forma inmediata, las manos del muchacho parecieron moverse de forma desesperadamente rápida hacia el frente dejando su herida en un segundo plano, como si ya tuviera desarrollados unos instintos desesperados por mantenerse con vida desde una temprana edad. Su cuerpo rebotó en un arco provocando un grito doloroso en el muchacho, el cual fue rápidamente acallado con los dientes del niño sobre su lengua. Las lágrimas aumentaron a ríos que mostraban estar repletos hasta los bordes de dolor que no podía expresarse mediante palabras porque él sabía que nadie lo escucharía o le ayudaría con todo eso. Y podría pedir ayuda a su familia.. Pero ellos lo habían dejado en ese estado hacía tan sólo unos minutos atrás. Él no sabía cómo diablos podía moverse o incluso estar consciente a esas alturas, pero debía de ser a causa de algún Dios malvado que quería que sufriera mucho más y más. Escalofríos subían por su espalda cuando intentaba empujar su cuerpo de nuevo hacia arriba, sus brazos temblaban y sus piernas no respondían. Ya no tenía la energía de hacía unos momentos o mejor dicho adrenalina, pero no quería dejarse morir allí como si todos sus pasados esfuerzos por sobrevivir hubieran sido en vano, por lo que en un último momento un par de aros blancos se pintaron lentamente mientras parpadeaban, como si casi no pudieran mantenerse allí, desde el torso del muchacho y se expandieron en direcciones opuestas, uno ascendiendo y el otro descendiendo. Ambos aros dejaron atrás otros colores en ese mancillado cuerpo que ahora parecía estar con todo su torso al descubierto el cual ahora estaba pintado en su mayoría de colores verdes brillantes y en pocos lugares de rojo, y en el cual podían notarse lugares blancos sin pintar que estaban cubierto de cicatrices largas, curvas, circulares, irregulares y marcas de dientes filosos. El muchacho ignoró la gravedad y se alejó del suelo lentamente, el cual tenía manchas oscuras sobre él, y se giró hacia un lado hasta darle la espalda al suelo y mostraba hacia el techo lo que haría vomitar a más de uno. Unas cuantas partes de la piel del muchacho del pecho y torso faltaban y dejaban expuesto todo su interior que estaba vacío. El chico mostraba grandes manchas negras bajo sus semicerrados ojos verdes y no respiraba. Su cuerpo aún temblaba pero parecía en menor proporción que antes. No sólo su pecho y torso se encontraba heridos, por lo que el niño parecía más cansado de lo que debería. El chico tomó una gran bocanada de aire por su boca manchada de verde y rojo, y abrazo con su brazo derecho la mayor cantidad de su cuerpo antes de volver a voltearse con rapidez, la acción fue acompañada por una larga fila de muecas dolorosas y un par de sollozos mal comprimidos, mientras se acercaba una vez más al suelo manchado con su sangre. Observaba a través de sus lágrimas toda la habitación en busca de algo. Todo se veía borroso así que no podía denotar lo que necesitaba aunque tuviera visión nocturna en esa forma suya. Pero de pronto, demasiado pronto, el muchacho tuvo un sobresalto en todo su cuerpo por haber escuchado un sonido que no esperaba aún. Pasos. - ¿Danny? - La voz de una mujer resonó a la distancia. No. Lloró. ¡NO AHORA! Su mano ocupada abandonó su adolorido cuerpo y permitió que todo lo que quisiera caer al suelo en ese momento solo cayera. - ¿Danny?, ¿Estás en casa? ¡NO!, ¡NO VENGAS! Sus manos se retiraron y removieron todo lo que estuviera a su alcance en el suelo buscando lo que necesitaba tan desesperadamente. Sus manos manchadas de verde brillante pintaron todo lo que tocaron y mezclaron las manchas rojas en el desastre. Hasta que encontró lo que buscaba bajo una alegre y desesperada acción. Las grandes cantidades de rojo y verde en el suelo y por sobre todo lo que había tendido en el suelo también estaban manchando lo que se encontraba en esos momentos entre las temblorosa manos del muchacho que ahora tenía cabellos blanquecinos. Pequeñas chispas escapan continuamente de una pistola de colores opacos que estaba manchada de verde y que el muchacho tenía en sus manos tan alegre y asustado sin notarlo. - ¿Danny? El chico nombrado se asustó y tembló tanto que traspasó el techo de la habitación en segundos antes de darse cuenta. - ¿Estas... dormido…? La mujer simplemente abrió la puerta sin esperar nada más mientras escuchaba un rayo cerca de la casa, aunque se parecía más a un disparo. Pero en lugar de encontrarse con su pequeño sólo se encontró con la escena más dolorosa que podría haber visto en su vida. Ectoplasma y sangre chorreados por todos lados en la habitación de su pequeño. - ¡Maddie! ¡Phantom no está! Y las lágrimas comenzaron a caer luego de que una chispa se encendiera dentro de la mente de esa pelirroja mujer que pronto dejó caer su máscara de color azul y naranja al suelo, mientras el hombre que llegó detrás de ella sólo pudo abrir sus ojos con asombro y dolor ante la escena. Y un grito tapó todo lo que podrían haber rescatado de su error. Tú los salvas a todos, ¿Pero quién diablos te salva a ti? ---------○--------- Sus ojos se sentían pesados y cansados antes de abrirse. Pero a pesar de la picazón que sentía al intentar abrirlos lo intento. Pestañeo varias veces para lograr aclarar su vista y despejar sus ojos de sus lágrimas recién formadas. Su mente estaba en blanco mientras su cuerpo sentía la frescura de la superficie sobre la que estaba tendido boca abajo, hasta que recordó todos sus temores recién cumplidos como un balde de agua fría sobre su cabeza. Su cuerpo de inmediato se apartó de donde estaba tirado y se lanzó hacia arriba en busca de un espacio más familiar para defenderse. Un mareo golpeó su vista por lo que se balanceo aún en el aire. Se obligó muy rápido a recuperarse y observó serio y asustado a su alrededor. Se suponía que la pistola de portales le mandaría hacia la zona fantasma, pero el portal había actuado extraño y lo había succionado, y a todo éso si no recordaba mal la zona fantasma no tenía suelo. Grande fue su sorpresa al notar que se encontraba en medio de una calle con viviendas de las que salían personas que lo estaban viendo fijamente. Gran dato: Ya era de día. ¡Mierda! Alguien repentinamente gritó, por lo que se asustó y observó al suelo como reflejó al buscar esconderse. Observó que a un lado y al alcance de su mano estaba la pistola de portales aún con un par de manchas verdes pintandola, pero al verla su cerebro maquinando al cien por ciento solo le gritó: ¡Tomala o te descubren! Se lanzó sobre el suelo y la tomo justo cuando una gran rama de árbol se agrandó hacia donde él estaba un segundo atrás. Se giró asustado aún sin entender y con el arma en sus manos observó a un sujeto extraño de madera observandolo a poca distancia. El sujeto pareció sorprenderse o algo porque titubeo al moverse de nuevo dejando un momento para que el muchacho Danny pudiera volverse en un instante hacia el cielo y distanciarse del extraño sujeto. - ¿Qué.. Que se..? Danny escuchó al extraño sujeto hablar, pero como lo dijo en voz baja creyó escuchar mal al no entender. - Eh, ¿Tranquilo..? - Pronunció el adolescente dudoso de poder hablar por sí mismo, sentía su garganta seca. - ¿Americano..? El sujeto pareció salir de su estupor porque susurró algo antes de apuntar con su brazo hacia Danny y sin esperar un segundo lo alargó como una enorme rama de árbol. ¿Qué diablos con..? Se movió hacia los lados zigzagueando los movimientos del sujeto de madera hasta que extendió desde su otro brazo ramas que se extendían hacia muchas direcciones por lo cual tuvo que volverse invisible e intangible. - ¿¡Qué diablos!? El sujeto extraño grito y ahora Danny sí cayó en cuenta de que no había escuchado mal al no entenderlo, porque ese tipo de madera hablaba otro idioma, no entendía qué diablos sucedía, pero no tenía tiempo para pelear con él. - Lo siento, pero me tengo que- Un tirón desde el fondo de su ser lo retorció en un instante, como si su Núcleo fantasma estuviera advirtiendo... Lentamente bajó su vista a su pecho y todo el dolor pareció volver en un instante cambiando lugar con lo que sea que le haya bloqueado el dolor momentos antes. Su cuerpo comenzó a temblar al sentir todas las fugas de Ectoplasma que su cuerpo tenía. Se sentía cansado y tan dolorido que su cuerpo simplemente quiso desfallecer en ese lugar. Sus manos se movían temblorosa al guiarlas hacia su estómago abierto. El arma quedó en segundo lugar cuando cayó en algún momento al suelo. El Ectoplasma escapaba más desde su torso que el resto de sus heridas, y el dolor era simplemente horrible. En todos sus años siendo fantasma no había sentido tanto dolor como el que estaba sintiendo en esos momentos. Y quizás no era sólo físico. Sus órganos fantasmas no estaban, y creía que en su versión humana tampoco, lo único que tenía era su Núcleo que estaba lo suficientemente escondido para que sus padres no lo encontrarán. Algo repentinamente impacto sobre su espalda y lo empujó hacia el frente, hacia donde había estado el hombre árbol momentos antes. El dolor se multiplicó. Y su cuerpo impactó contra el suelo. - Aaaggghh.. Hasta el punto en que no quiso existir más para no sentirlo. Y en ese momento en que sus ojos veían borroso pudo sentir que se destransforma, éste era su fín. _&_%_&_%_&_ Se sintió cansancio y no quería despertar. - … Un borrón de sonido en el fondo podía sentirse. Como si hubiera una mosca molestando su sueño. - … No podía sentir nada, ni hambre o sed o dolor o… Nada. Simplemente estaba allí con ese pequeño zumbido en sus oídos, como si realmente estuviera volando en esos momentos. ¿Estaría muerto? ¿Por fin mi lado fantasma había dejado mi lado humano para morir de una vez? - …Esta.. de alguna forma… El zumbido subía poco a poco en volúmen y es allí donde pude escuchar la voz conocida.. - Fin de la línea, Phantom. De mi madre. Abrió sus ojos de forma rápida y empujó su cuerpo hacia su izquierda tratando de alejarse del sitio donde escuchó la voz de su verdugo. Todo se veía un poco borroso pero podía ver dos manchas que podrían ser personas, su cerebro estaba apagado y no podía enfocar, pero estaba tan asustado. Cuando las dos manchas se movieron en su dirección él estaba apunto de volverse invisible e intangible pero un fuerte sonido provino de detrás de las manchas y sus ojos corrieron a lo que parecía una puerta que se abrió y una nueva mancha que entró, pero justo en ese momento todo se volvió negro y su cuerpo cayó sin que pudiera evitarlo. Sus ojos se cerraron y todo su alrededor dejó de ser lo que era, no podía sentir su propia esencia y su forma fantasma se había apagado. Todo negro y fuera de lo que conocía, puntos y rayas extrañas pronto brillaron en ellos sólo había compasión y dolor, pertenecían a un hombre extraño que tenía una complexión muy desnutrida y esquelética, detrás de él había otro que le mantenía la vista fija y afilada debajo de mucho cabello largo y negro, la apartó cuando sintió un pequeño movimiento sobre su mano y la llevó de nuevo a la señora. Sus propios ojos se ablandaron un poco al chocar contra los adolorido de esa mujer. - Ya estás a salvo aquí. - Repitió ella de nuevo con una voz suave y tranquila, la cual me recordó a mi propia madre en el pasado cuando estaba asustado y buscaba consuelo en sus brazos. - Puedes descansar todo lo que necesites, puedes estar tranquilo. Danny extrañamente sintió tranquilidad con esas palabras viniendo de esa extraña mujer y simplemente se dejó ir al sueño una vez más. Si estoy muerto no está tan mal. ---------○--------- Podía recordar muchas cosas que dejaron marcas en su cuerpo, en su gran mayoría peleas. Lo tiraron contra muros, le cayeron escombros, lo tiraron de un par de ventanas, le cortaron un par de extremidades que luego se volvieron a unir, lo quemaron con bombas de Ectoplasma, lo cortaron con garras, lo torturaron con flores de sangre, le dispararon, quizás lo apuñalaron unas veces, y tal vez terminó en el hospital un par de esas veces. Pero aún vivía, ¿No? Si sobrevivió a todo eso significa que sigue vivo ¿No? El pensamiento de ya no estar vivo no quería siquiera pasearse por su mente, ya que su familia no podría aceptarlo de aquella manera. La felicidad de ser aceptado por su familia tal cual era ahora parecía ser tan sólo la fantasía de un niño pequeño, como también lo fue el sueño de ser un astronauta.. Porque no creo que ese sueño pueda cumplirse después de todo, no si uno tan simple como ser aceptado no pudo ser real. Sentía tantas ganas de llorar en esos momentos. ¿Pero de qué serviría? Tenía una ciudad de la que preocuparse como para tener tiempo de preocuparse en si mismo. No hay tiempo para quejarse. ---------○--------- La consciencia parecía menos dolorosa está vez que las anteriores, incluso llegue a estirar mis brazos mientras bostezaba antes de abrir mis ojos. Extrañamente me sentía tranquilo sin recordar del todo donde me encontraba o que había pasado. Acostumbraba a ponerme paranoico en situaciones como estas. - Veo que despertaste. - Mi cabeza se movió rápidamente y mis ojos no dudaron al abrirse y enfocarse hacia mi derecha al escuchar una voz. - Tranquilo, eso podría dañar alguno de tus hueso. - Pero pronto me relaje al notar el rostro familiar de la mujer pequeña que había visto antes. Un tirón de una de las puntas de mis labios quiso darle a la mujer una pequeña sonrisa, pero no funcionó muy bien por su expresión. - Perdona que sea tan repentino, pero la policía quiere hacerte unas preguntas. - Escuchando a la mujer mayor pude darme cuenta de que ella tenía un pequeño acento y no parecía tener mi mismo idioma natal, pero prestando atención a sus palabras mi cuerpo se tenso sin poder evitarlo por un momento. - No te preocupes, yo me quedaré contigo todo el tiempo. La mujer parecía tener compasión por mí, pero tenía una pequeña curiosidad picando en una parte de mi cabeza.
Recuerdo que en mi primer año en la facultad tenia a mi grupo de amigos bastantes sacados de mi zona de confort, pues a ellos les gusta salir por todos lados cualquier día y yo no estoy acostumbrado a éso. El punto es; en una ocasión me llevaron a ver al cine "Toy Story 4" (Lloré al final como todo un sentimental, lo admito) pero el tema es que estuve enojado la gran primera parte de la película porque habíamos terminado de salir de la facu y llevábamos las mochilas pesadisimas, por lo que cuando compre una caja de palomitas y me fui a sentar con la mochila grande, el asiento plegable y la caja en mano; bueno, algo malo me tenía que pasar. Sentado tenía la mochila entre las piernas en el suelo y las palomitas regadas sobre mi mochila y el suelo alrededor de mis zapatillas. Comí palomitas de arriba de mi mochila y luego del piso hasta que se me fueron las ganas, punto.
Esa mirada, escrupula y fija, le provocaba tantas sensaciones que no sabía como reaccionar a ellas. Esos ojos grisáceos, firmes y afilados le observaban tan tranquilamente y demostraban tantas cosas sin mediar una sola palabra, que lo hacía sentír como que no era el mismo y que le estaba robando el cuerpo a alguien más. Esos sentimientos que se le eran transmitidos eran un tornado realmente salido de la misma nada... O quizás no. Y a pesar de sólo estar observandose fijamente, sin apartar la mirada una de la otra, no lograba entender del todo ese golpe de sentimientos. Era en ese momento en que pensaba que realmente esos sentimientos no eran para él. Le estaba robando la vida a alguien más. - Eren.. La mano de la persona desconocida, quién portaba aquella inmutable pero expresiva mirada, había llegado sin que pudiera darme cuenta hasta mi rostro, que sentía lejano al no sentir ni mi propia piel. Sólo que el tacto ajeno quemaba. La voz me había paralizado, como me había dejado observar el reflejo de un cabello negro que sólo me provoco un estrujon en el pecho. - Eren.. Eren yo- Más la realidad se difumino en un instante y me quedé sólo. En silencio. Sintiendo frío. Solo frío. #$&¤&$# Abrí mis ojos de forma rápida aún con mi vista borrosa y con algo de cansancio, pero sin mover ningún músculo más. Mi mandíbula estaba tensa y mis dientes apretados. Abajo mis manos apretaban las telas de mi cama por el recuerdo de esa pesadilla. Solía tenerla con frecuencia, aunque los escenarios fueran diferentes. Sabía que era el mismo, porque podía sentirlo. Pero, en esta ocasión, incluso mi pulso parecía haberse detenido, porque ahora iba muy rapido como si intentará de forma desesperada que el pulso no volviera a bajar o no volvería. Sentía mi rostro húmedo y ríos de lágrimas bajando por mis mejillas. Cerré un poco mis ojos observando borroso. No se que diablos sucede. Pero estoy cansado de estó. Cansado de tener esa clase de sueños. Cansado de que la pesadilla me corra y no termine aunque me hubiera despertado. Un pequeño llanto se escapó entre mis labios tembloroso. Es... Doloroso. El sonido de la puerta siendo abierta a mi izquierda paso algo desapercibida por el dolor aún latente en mi pecho.
Abrió los ojos perdido, asustado, acobardado, luego de haber estado mirando la oscuridad y el vacio con la sensación del crujir de unos huesos en sus manos. Sintiendo todo el cuerpo sudoroso y tiritando al mismo tiempo, por algo más allá que el frío o el calor. Recuerdos. Ellos eran sus verdugos, sus juzgadores. Todo lo que le hacían sentír era lo que se merecía y más. Retorcijones en el estómago, problemas de alimentación, vómitos, cansancio. E intentaba lidiar con las consecuencias de sus actos, pero.. No debía de ser fácil, nunca nada debía de ser fácil. Cada noche revivia variadas y diferentes situaciones, todas y cada una diferente de las otras y provocadas por él mismo en el pasado. Por su patético ser. Por ser el Soldado del Invierno. Movió su brazo izquierdo para sacar la tela que apenas lo envolvía sobre ese viejo colchón en el que dormía. Y llevo sus dos manos a su rostro quitando el sudor que la pesadilla había dejado atrás, pero la cual aún no lo había abandonado. Limpio sus lágrimas de forma brusca y se sentó de forma lenta aún con las imágenes y sensaciones que habían revivido en su mente, en sus pensamientos. Sentía sus ojos picar y su mente con una pequeña molestia. Bajo su vista y observo sus manos. El metal resaltaba apenas en la oscuridad de la madrugada. Observaba sus dedos desnudos en los cuales sentía que aún cargaba un arma que estaba lista para disparar sin dudar. En sus retinas aún tenía frescos los rostros jovenes y adultos asustados, aterrados, y en sus oídos llantos y gritos de ruegos por salvación o perdón. No estaba listo para sobrellevar ese tipo de recuerdo, mucho menos sabiendo que no tenía derecho a olvidar sus pecados, sus actos, sus asesinatos. Su cuerpo temblaba y no quería moverse, su respiración entrecortada no hacia fácil el trabajo de intentar mantenerse en calma. Intentaba regular sus inhalaciones y exhalaciones, controlar sus respirar, para lograr dejar las muy reales pesadillas atrás. Aún debía anotar los nombres de aquellos rostros a los cuales les había arrebatado la vida. No pensaba olvidarlos y no creía poder lograrlo si lo intentaba. ------------------------------------- En el mercado era más sencillo que la gente te ignorara, porque a nadie le importaba nada de nadie y sólo iban a lo suyo. Las personas muy raras veces se fijaban en alguien y dejaban de lado sus labores o distracciones, principalmente por accidentes. Pero algunas veces habían excepciones y ese día había sido una de ellas, un sujeto en un puesto de diarios le había sujetado la mirada mucho tiempo, después de haberlo visto por accidente, y luego había salido huyendo en cuando había dado un paso hacia él. Allí había surgido el problema, pero cuando se acerco al puesto a pasos rapidos no se encontro en los diarios noticias de que habían sido "Los Vengadores" los que estaban involucrados en un problema, sino que se encontró con que solo había uno en el que estaba involucrado el 'Soldado del Invierno'. Como una película rallada varios escenarios se reprodujeron en su mente en ese instante, pesadillas queriendo volverse reales y armarle un espectacular cuadro en el que sólo él estaba de pie. Su mano humana le sudaba y sentía un desagradable retorcijon en su estómago. Y eso había sido suficiente para que supiera que todo estaba de nuevo fuera de control y en su contra. Aunque nunca hubiera sido lo contrario. Apartó la vista de los papeles y observo a su alrededor antes de partir de allí disimulando y cubriendose con su gorra el rostro. Debía correr, no sabía cuanto tiempo tenía para desaparecer esta vez. --------------------------------- Debía de ser una puta broma. - Bucky.. Un escalofrío trepó por mi espalda dejando en mi mente un deja vu ante sus palabras. - ¿Sabes quien soy? - Eres Steve. - Excelente, parecía el comienzo de un mal chiste. - Eh leído sobre ti.. - Mis ojos quisieron apartarse pero no lo consiguieron. - En un museo. Él pareció querer sonreír ante mi comentario, pero con una de mis libretas en su mano, demostrando que la estaba revisando momentos antes, no pareció sentirse cómodo. Parecía más triste que avergonzado, irónico, mis pequeños y desbordados recuerdos podían mostrarme un pequeño y delgado niño rubio mostrándome la misma triste expresión. Extraño. Un apretón en el pecho quería intentar detener mis movimientos, pero mis instintos estaban lo suficientemente desarrollados para continuar. - Sólo quiero hablar. - Claro. - Hubiera preferido que no apareciera de nuevo. - Como si se pudiera. - Intentar defenderme se sentía como una pelea sin armas contra un tanque, o en este caso el Capitán América. El rostro de ese rubio no se veía muy adaptable a aceptar mi respuesta. - Esto puede aclararse. - Levantó sus manos y dejó lentamente mi libreta sobre la mesada a sus espaldas. Porque había leído y escuchado muy bien la noticia de camino a su ya no escondite, bomba, acuerdos de héroes y rey muerto, era suficiente. No quería tener nada que ver, pero estaba metido en cada pequeña parte y todo porque quién lo hubiera causado sabía lo que hacía. Ya no quería tener nada que ver con más conflictos o guerras, ya tenía suficiente con que lidiar. Mi mirada parecio cambiar, porque aquél hombre cambio su expresión y posición ante éso. Mi cuerpo se tenciono ante una posible pelea, aunque no la quisiera. - Me salvaste en el río, ¿Porqué? - Su mirada demostraba seriedad y algo más que demostraba que sabía la respuesta a su propia pregunta. - No lo sé. - Intenté lento, sintiendo mi espalda calentarse. - Si lo sabes. Apreté mis ojos y baje mi tapadera. Ya no tiene sentido.
¿Qué pasaría si existiera... Tan sólo uno más de ellos? Los Osmundos son reconocidos por ser seres hipersensibles. Seres amables, comprensibles y muy inocentes. Seres de quienes se aprovecharon a la menor oportunidad. Crueldad, mientras vivían entre los humanos sólo eso recibían. Y por ser tan bondadosos no se protegían ni tampoco los culpaban. Sólo.. se dejaban utilizar.. Y en menos de lo que se dieron cuenta ya no habían más de ellos. La humanidad es así, no sabe apreciar lo que tiene hasta que ya no ésta. Los Osmundos también son conocidos y muy queridos por todos lados por poseer magia. Magia de sanar, de cambiar la realidad y de hacer sentir a las personas bien. Irradian instintivamente un aura que calma a todo ser a su alrededor y que relaja los cuerpos y las mentes. Era realmente culpa de los humanos el que ya no hubiera más seres como ellos. Sólo culpa de ellos. ¥₩^/*\^₩¥ Debía moverme rápido o llegaría tarde. En el trabajo había que ser puntual o serías despedido. Estaba a tan solo un giro de esquina para llegar cuando chocó con un cuerpo que salió de la nada y lo empujó al suelo. Le dolió la cadera al caer sentado y algunas lágrimas se asomaron en su rostro, pero se colocó de pie de inmediato, observo a la otra persona que tal parecía que no había caído al suelo. - ¡Lo siento mucho!, ¡No veía por donde iba! - Realizó una reverencia y pidió disculpas por su descuido, no estaba del todo atento por el horario de su trabajo, recordando eso observó su muñeca y con ello la hora dándose cuenta que tenía tan sólo unos tres minutos para llegar. - ¡De verdad lo siento, pero debo irme! No espero más respuesta, por más que aquello hubiera sido realmente grosero de su parte y retomó su carrera hacia la cafetería, doblando la esquina y adentrándose en la segunda puerta a su derecha. - ¡Sawada!, ¡Justo a tiempo, de nuevo! - La voz de una fémina se escuchó fuerte y claro apenas cerró la puerta a sus espaldas. - ¡No diré nada esta vez tampoco!, - La escuchó suspirar para luego suavizar su tono. - Pero al menos una vez intenta llegar con algunos minutos de sobra. - Lo siento mucho, Lal Mirch. - El castaño apenado mantenía su cabeza agachada y enrollaba su dedo en el dobles de su camiseta. - Vamos, Tsuna, debemos abrir ya. - Suavizando el ambiente le llamó con un tono aún más amable caminando hasta él a darle una cariñosa palmada en el cabello esponjoso. - ¡Si! - Y con ello observo al castaño recuperar toda su emoción, corriendo hacia la cocina a cambiar su traje, dejando en el camino un agradable cambio de aire. No pudo evitar suspirar al verlo cruzar la puerta. Una sonrisa se formó
Tenía muchas ideas para escribirlo y aún están en mi mente; Pero creo que esta idea se apago por culpa del poco tiempo que tenia y no creo que resurja en un futuro cercano. Puntos ideales; ^La cicatriz en forma de "X" en la espalda de Tsuna, tiene que ser vista por las clases "A" y "B", durante los cambios de ropa u otra ocasión. ^Definitivamente debe haber un problema por el traje de héroe de Tsuna, que es literalmente SU traje. ^Aizawa tiene que tener ideas extrañas sobre estos alumnos, alguien tiene que darse cuenta de que no son niños. ^Izuku debe conocer al Cielo. ^Alguien debe preguntarle por que siempre lo es tan vigilando sus "Amigos". ^En caso de SÍ incluir 1827, alguien tiene que interrumpir los momentos, y alguien debe mirar raro la excesiva "sobreproteción" de parte de ese chico en específico. ^Ah, y los mareos y malos ratos de Tsuna; había pensado en un adorable Tsuna embarazado de Kyoya, aún me parece prometedor, pero cada uno en lo suyo y con sus gustos. Si hubiera tenido más ideas en ése tiempo, pues se esfumaron. Buena suerte. ¡Plus Ultra!
- ¡Despierta Dame-Tsuna! Un Reborn de apariencia ya adulta, entró a la habitación del pequeño castaño, azotando la puerta y saltando con dirección a la cama, para caerle encima con una patada al ahora oficialmente Décimo Vongola. Pero le extrañó al caer el no hallar a nadie sobre ésta. Giró su cabeza hacia el lado derecho de la ahora enorme cama y observó que en ese lugar se encontraba el Cielo el cual parece haber aterrizado con brazos y piernas flexionados como un gato. Tsuna giró la cabeza demostrando unas ojeras y unos ojos saltones hacia arriba observando con algo de miedo a su aún tutor encontrando que esté estaba formando una sonrisa, demasiado fuera de la zona en la que él calificaba como tranquila. Con su intuición gritándole "peligro" se levantó del suelo rápidamente esquivando justo una bala que impactó en su antiguo lugar en el suelo y corriendo hacia el baño de su ya hacía bastante tiempo habitación el cual estaba conectado a ésta. De esa forma se refugio para prepararse no pudiendo ser una de esas personas contadas y recontadas cabe recalcar que pudieron ver la sonrisa de orgullo del Hitman por los progresos acelerados del castaño. -*-+-*- Estaba bien, muy bien, no le importaba completar papeleo apenas se levantaba. Lagrimeaba al llegar a su oficina y ser recibido sólo por las montañas nuevas de papeleo diario acopladas recientemente por su amable tutor nada más hacían unos quince minutos. Se adentro en la habitación cerrando la puerta con seguro luego de ingresar para que nadie le molestara, además de que no tenía ninguna otra tarea además del papeleo durante lo que le quedaba de la semana. Soltó un suspiro profundo. Pero fuera de ello no se quejaba pues estaba acostumbrado. Habían sido cinco años desde que terminó su quizá no tan tranquila vida de secundaria y cuatro más de que estaba en posición de Décimo Vongola. Desde que había entrado en ello su vida se basaba en completar papeleo mayormente provocado por sus guardianes, detener peleas entre sus alocados guardianes y muy pocas veces hasta el momento pelear contra otras familias que no eran aliadas. Definitivamente gracias al castaño muchas cosas habían cambiado en Vongola. Pero agradece que al menos los últimos meses habían sido tranquilos. Ah, le parecía mentira esa paz. Pero sabía que todo eso tarde o temprano se terminaría como también sabía que sus guardianes no podrían tener un desayuno en paz. Por lo que en cualquier momento- Toc Toc - Décimo - Sama, sus guardianes de nuevo. Su cabeza cayó ligeramente sobre su hombro izquierdo al escuchar la suave voz de una las sirvientas de la mansión que se había encargado de avisarle lo que sucedía todos los días y que él debía de parar. - ¡Voy! Con lo recién dicho escuchó a la muchacha marcharse, por lo tanto se colocó de pie luego de suspirar por sexta vez en la mañana en lo que llevaba despierto y rodeando su escritorio se encaminó hacia la puerta quitando el seguro de la misma. Ah, su hiper intuición le decía que sería un día muy largo y con un par de sorpresas de por medio. +*+*+ Se había asomado apenas por el marco de la puerta y de inmediato tuvo que agacharse para esquivar una silla que impactó contra la pared del pasillo. Se enderezo y abrió sus ojos observando el lugar. Ah, si bien no tenía peleas con ninguna familia lo cual agradece, ese desastre y zona de guerra creada por sus guardianes lo reemplaza. La habitación estaba casi irreconocible y ello realmente lo ponía de mal humor. Una pequeña vena se asomo en su frente. Y tras ello se hizo notar sin ver a quien considera un padre asomarse por detrás de él. - Basta Oh, esa simple palabra bastó para que el ensordecedor ruido de explosiones y armas chocando se detuviera. ¿Quién pensaría que tan pequeño ser impondría tanto respeto? Esbozó una sonrisa que todos sabían expresaba todo menos alegría. - Recojan y terminen de desayunar, no le generen más problemas al personal. Tras ello todos se pusieron de inmediato a recoger las sillas y el resto de los utensilios que habían tirado por sus peleas, incluidos Niebla y Nube. No por nada su Cielo era hijo del hitman número uno del mundo quien en esos momentos esbozaba una sonrisa orgullosa por los logros de quien años atrás llamaba Dame por ser torpe y ahora era solo por molestarlo, ese niño cuando se enfadaba era peor que el mismo diablo. - ¡Yoshi! Oh, su intuición no lo engañaba. - ¡Xanxus! Qué bueno verte bien. El castaño ahora se encontraba sonriendo hacia afuera del comedor, se había girado recibiendo con una enorme sonrisa a sus invitados. Inesperados. - ¡Pequeño príncipe! Lussuria, madre de Varia se había lanzado sobre el pequeño Cielo interrumpiendo el casi próximo saludo con el jefe de los recién llegados, con sus brazos abiertos para estrujarlo en un abrazo con el cariño que solo una madre podría darle. Belphegor sonreía recién cruzando el pasillo llegando de la sala que conectaba con la puerta de entrada. - Yoshi. Fue lo que soltó el príncipe rubio en forma de saludo. Levi solo entró en el lugar en silencio realizando un gesto con sus manos en señal de saludo hacia el castaño. Viper se asomó casi flotando desde detrás del que había entrado antes y con una pequeña sonrisa y un asentimiento de cabeza saludo al querido Cielo Vongola. Un adolescente de cabello verde y un sombrero de rana se asomó con un rostro algo cansado acercándose hasta el ahora libre Tsunayoshi para abrazarse a él y recargarse para descansar siendo sujetado por el contrario con una sonrisa amable y cariñosa. Y por último, antes de que el castaño amable se preocupara apareció desde la puerta una espada volando rápidamente dirigida al Décimo, la cual fue esquivada y apartada de posibles víctimas por el mismo en cuestión de segundos para que no dañara a nadie. El adorado Yoshi conocía bien al portador de la misma, caso por el cual los recién llegados habían sacado sus armas y los guardianes quienes minutos antes se encontraban desayunando habían aparecido por la puerta apuntando igualmente a la entrada rodeando en un círculo al castaño como si fueran perros protectores. - ¡Voooooooooos! ¡Príncipe! Tiempo sin vernos. - ¡Squalo! Takeshi se le adelantó al Cielo yendo a recibir con un cariñoso abrazo al asesino quien solo le devolvió reproches sobre su manejo de la espada. Olvidando el falso ataque hacia el castaño. Dejando volver, por muy raro que sonase, a la tranquilidad inicial. - ¡Oh, cierto! ¡Los regalos! - Grito de repente con emoción la madre de Varia antes de salir por la misma puerta por la que había ingresado momentos antes. *+*+* - ¿¡Qué tú quieres qué yo qué!? Oh, lo único que molesto siempre al pequeño Cielo fue su propia apariencia. Porque aún con sus veinticinco años aparentaba aún ser un adolescente y en muchas ocasiones lo confunden con una chica. Sólo le faltaba el pelo largo y ya. En muchas reuniones o no le tomaban en serio como jefe de Vongola, lo cual era arreglado por sus guardianes incontestablemente celosos o se le insinuaban con un matrimonio en plan de una alianza lo cual era tratado personalmente por su padre. Y lo que Reborn le estaba diciendo que llevaría a cabo venía de la mano con ese asunto. Su apariencia. Ugh. - Dame - Tsuna, no tienes elección en ésto ya está todo aclarado y tu agenda ya tiene un espacio arreglado para que puedas asistir. Hay Dios, se estaba por morir de un ataque nervioso. ¿Por qué no se lo tragaba la tierra? Se había tardado muy poco tiempo en entender lo que Reborn le estaba mostrando. ¿Una academia para héroes jóvenes? Le pareció un poco extraño al principio pero luego pensó un poco en su familia y terminó aceptando para sí que ya había visto de todo. Pero luego su padre le dijo algo que para él no encajaba, tiene veinticinco años, amigos y familia en la mafia que cuidar ¿Para que quería que él entrara a esa academia? Además, cuando quiso oponerse le salió con el "Tu apariencia es la carta bajo la manga". Quedó blanco como papel luego de escuchar el "Nos vamos a Japón mañana, estate despierto temprano". Además, tenía que ir a Japón para asistir. ¿Qué acaso estaba maldecido o algo? Iba a entrar en pánico, pero luego ya no supo qué hacer cuando se enteró de que sus guardianes venían con el. - "Los guardianes siempre siguen a su jefe". Y el asunto iba a peor, pensando en lo deformadas que estaban después de varios años las actitudes de sus guardianes. - Ah, quiero llorar. - ¡No llore Décimo! ¡Yo lo protegeré de todo mal! Mire a Gokudera, el cual sonreía deslumbrante, pero no supe si enterrarme aquí en Italia o pedirle a Byakuran que me pasara a otra dimensión. Aunque, aquello enfadaría a mi padre, sacando su aterrador y espartano carácter y no quiero, ni tengo los ánimos para soportar ahora. Dios, si estás ahí arriba, por favor reza por mi. Estoy condenado. +#%&*&%#+ - No puedo decepcionarlos. Tengo que seguir trabajando duro para no decepcionar a All Might, a mi madre, ni sus expectativas que tienen sobre mi. Por ello ¡Lo daré todo en el examen de admisión! ¡Demostrare que puedo ser bueno si lo intentó! ¡Demostrare que sus esperanzas no fueron en vano! ¡Sí!, ¡Definitivamente me convertiré en el mejor héroe! Ya que soñar siempre fue de héroes. _&_&_&_ Quisiera saber la verdadera razón detrás de todo esto, por la que tengo que estar aquí. Pero, ni siquiera Reborn quiere decirme. Antes de tomar el vuelo a Japón, obviamente que el privado a orden de mi padre, Xanxus me explico la razón de su llegar inesperado a la mansión. No era de extrañar que llegan sin avisar y cuando se les cantara, sino que el que tuvieran un motivo. - "El viejo me ordenó, que cuidara tu mansión mientras no estabas, me resistí pero ya sabes, Yoshi, él es terco." Habíamos ido a mi despacho, ya que él solo actuaba tranquilo cuando estábamos en la tan esperada por ambos, paz y tranquilidad. Sin papeleos y sin griteríos de por medio. No me molestaba ese hecho, el que se quedarán mientras yo me iba, me preocupan ellos, no la mansión. Somos constantemente atacados, con ello lo resumo todo. Aunque creo que le gusto ese simple hecho más que molestarlo, por lo que supongo que está bien con ello. Pero no puedo evitar estar preocupado. *+#+* Doce horas y algo de viaje de Italia a Japón. Me alegra que luego de unas palabras mis guardianes se hayan comportado en el viaje. Otro detalle interesante era que ellos tampoco aparentan sus edades, pero aún así se ven de varios años por sobre mi. Por ello es que es una academia a donde debemos ir, una secundaria. De eso solamente consto la explicación de Reborn, de que "aún parezco un niño". Me duele la espalda, no me gusta viajar en avión. *&+&* Dios, ya que nadie lo hará, por favor reza por mi. El examen escrito, a pesar de que respondí todas las preguntas cuyas respuestas Reborn me hizo aprender en el tiempo que duró el vuelo para llegar, me había sacado un nerviosismo. Que se manifestó aún más al observar el lugar donde sería y me explicaron, el examen práctico. Jesús, mis entrañas se quieren morir. Y yo me quiero ir. No es como si no hubiera estado ya en muchas batallas. Lo que sucede es que todos los participantes dan miedo. Me recuerdan a cuando estuve en la secundaria. Rodeado de matones y profesores que me llamaban "Dame - Tsuna" y me humillaban fácilmente. Y mis guardianes están en otro bloque o algo así me había dicho Reborn. Estoy solo y asustado. Aunque, no es como si no lo hubiera estado nunca. Aún así.. No quiero estar en este lugar. Incluso antes de entrar Reborn me advirtió, amenazó, que si me llegaba a quitar mis guantes y se llegaba a ver el anillo de Vongola, ya no sabría ni mi nombre de la paliza que me daría. Tengo miedo. No quiero estar en este lugar. Tengo veinticinco años, no tengo porque estar en una academia. No quiero morir a manos de mi padre, pero tampoco quiero estar en este sitio. Giré a punto de llorar hacia la enorme puerta, a la cual le estaba dando la espalda, notando de inmediato que está ya se encontraba abierta y ya no había nadie además de mi delante de ella. - ¡Vamos Héroe, apresúrate! Un hombre a lo alto me gritó al parecer emocionado, incitando a que corriera hacia la prueba. Por ello comencé a trotar para adentrarme en la prueba que daría inicio de mi infierno. Mamá, sálvame. #$&*&$# ¿Esta es la forma en que miden quién puede ser apto para ser un héroe? Esto es demasiada destrucción para que sean acciones de héroes. Observé todo mi alrededor denotando ante mis ojos la destrucción que me rodea. ¿Es alrededor del mundo que hay Héroes que se educan en este lugar? Todo esto es demasiado infantil para los adultos. Y mucha responsabilidad para unos niños de tan sólo unos quince años. No puedo simplemente quedarme quieto observando esta clase de situaciones mientras unos niños están en posibles problemas. No me importa si alguien me odia luego pero no puedo aún creer que unos "Héroes profesionales" preparen todo esto para unos niños. No lo puedo aceptar, mucho menos al recordar a ese enorme robot que mencionaron al terminar el examen escrito, no vale ningún punto y.. Es muy peligroso. Ajuste mis guantes contra la manga de mi buzo y proseguí a buscar en el bolsillo de mi pantalón la pequeña botellita que siempre llevo conmigo y que contiene mis píldoras. Aún estoy entrenando para dejar de necesitarlas, aunque Reborn me dijo que aquello sería imposible. Dejé una sobre mi mano derecha y guarde nuevamente el frasco en mi bolsillo. Comencé a caminar a la par en que la tomaba. No permitiré que unos niños terminan mal por culpa de unos infantiles adultos. En mi frente se iluminó una fuerte llamarada anaranjada. Mis ojos se fijaron y mis guantes cambiaron se iluminaron a la vez. Mis palmas apuntaron hacia el suelo y me eleve rápidamente en el aire. Hora de buscar una solución. #$&^&$# Destrozos, destrozos y más destrozos. Los niños eran máquinas de destrucción, aunque sabía que si alguno de ellos llegaba a estar en peligro el resto lo ayudaría. Eso es lo que pasaría. ..¿Verdad? - Point Break Space Juntó sus manos en un pequeño y silencioso rezó desde el aire, desde el cual comenzó a congelar todo a su alrededor a una velocidad abrumadora, cubriendo de inmediato al enorme robot que se encontraba frente a él y había intentado aplastar a un grupo numeroso de los adolescentes que estaban en entrenamiento. Todo aquello con un ataque que había perfeccionado y mejorado con sus, y desde sus primeros, años de jefe. Su "profesión" lo mantenía atado a los deberes y los papeles, y el mejorar en el combate de armas a los cuales no les llevaba mucho el apunte que digamos, porque era mejor en los enfrentamientos a manos desnudas, el mejor podría decirse. El robot quedó congelado en el tiempo como una escultura en exposición y la cual en el menor gesto o brisa comenzó a caer de espaldas a las frías y despobladas calles. Generando un enorme alboroto a su paso. Al cual el castaño no tuvo y no le dio tiempo de importancia puesto que descendió del aire rápidamente y fue preso de la preocupación a ver a los estudiantes petrificados, para asegurarse de que no tuvieran ninguna herida, por más pequeña que fuera. Demasiado abrumador. #$*^*$# En alguno de los otros puntos del enorme campus, en donde más adolescentes que se quieren volver héroes están tomando el examen práctico. En uno de todos esos bloques de exámenes, pero alejado del primero en donde se encuentra el camuflado jefe de Vongola, la escena no es muy bonita que digamos. Un niño asustado y shockeado, mientras el resto corre despavoridos como una manada de animales asustados, ésta observando la gran amenaza que simboliza aquella cosa. Estaba asustado, aterrado y se quedaba corto con esas palabras. Repasaba por su mente todas las cosas que lo habían impulsado a llegar allí. Su madre, su héroe, sus sueños. Quedaba poco decir que seguía aterrado al estar frente a aquella abominable bestia. Por ello fue que recordó justo en ese momento lo que habían dicho en el examen escrito. "- No es necesario combatirlo, no vale ningún punto" Y como una luz le llegó a la mente que no tenía ningún punto ganado. Por lo tanto rápidamente se armó de valor y emprendió media vuelta hasta que escuchó un quejido cercano. Observó sólo un poco por sobre su hombro. Observando a una conocida castaña que había sido amable con él. Elevó un nivel más sus ojos admirando a aquella máquina que estaba por dar un paso más. Para aplastar a aquella pobre persona. Por lo que su mente no pensó más. Ni en los puntos, ni en el miedo, ni en huir. Tomó impulso con sus piernas partiendo el aire y esforzó su brazo sólo pensando en salvar a aquella persona. Porque esa era la esencia de un héroe. El que su cuerpo se moviera inconscientemente al ver a las personas en peligro. - SMASH - #*&$^$&*# El tiempo se había terminado. Lo sabía por aquella bocina y aquel grito que anunciaba el final del examen. No había encontrado para su alivio a ningún herido y eso lo dejaba estar relajado. Suspiro observando hacia todas direcciones, detectando de inmediato muchas de esas miradas extrañas sobre su persona. Sintió un frío recorrerlo repentinamente, lo cual lo estremeció de pies a cabeza. Esa no era buena señal. Aún con sus llamas prendidas realizó un movimiento extraño para los ojos curiosos y sorprendidos de los alumnos. Se elevó en el aire esquivando algún objeto pequeño y rápido que pasó por donde antes estaba el castaño, realizando un ruido que partió el aire y de paso sus tímpanos. La gran mayoría tapó sus oídos ante el ensordecedor y doloroso sonido. Menos el que se encontraba en el aire siendo sostenido por las llamas de sus guantes, el cual en segundos enfureció su mirada tranquila hacia el sitio del que había salido el objeto. Ya sabiendo de parte de quién era. Reborn. Volvió al suelo de un golpe seco aterrizando sobre ambos pies con perfecto equilibrio y sin más tomó marcha hacia donde era la salida del examen y en donde el de patillas se encontraba. El seño del Cielo se endureció al localizar a una gran cantidad de metros a su tutor. ¿¡Qué acaso era un inepto o qué!? ¿¡Cómo se le ocurría atacarle con tantos niños alrededor!? ¡Podría haber herido a alguno! ¡Engreído y tonto Hitman! ¥₩%¤%₩£ - ¿¡Que acaso no te das cuenta de lo que pudo haber pasado!? - El castaño reclamaba a un peli negro que se encontraba en un sillón limitándose a "escucharlo" y tomar su expreso. Enfureciendo a un muy peligroso Cielo. Pero, pasando de ese hecho, simplemente pensó en su propio enfado ocasionado por su propia poca paciencia. Sintiendo estallar aquella vena en su frente. Pero al elevar su mirada furiosa con su hijo, muy en el fondo se arrepintió. El castaño se encontraba de brazos cruzados con los ojos cerrados y una sonrisa que no era de felicidad. Incluso Natsu se encontraba transformado por el peligro que sentía. El rostro del castaño no estaba fruncido, sino que se le veía bastante apacible, claramente para quien no lo conociera. O no conociera esa expresión. Tenía a León entre los dedos de su mano derecha, y tragando disimuladamente, ocultando su rostro con su sombrero utilizando su otra mano. - No tienes porque preocuparte - Soltó con voz normal y relajada. - Nadie salió herido y por mi parte no creo que vuelva a suceder. León se disparó sólo, lo sintió en su mano, pero al elevar su rostro se encontró con que el pequeño frente a él tenía en su mano derecha la bala disparada. Esté observó unos momentos el objeto en su mano con indiferencia y pasó a observarlo a él. - Eso espero. Fueron las cortas palabras sentenciadas como advertencia. Antes de pegar media vuelta y salir de la enorme habitación, dejando suspirar a un peli negro. Te he entrenado bien, pero eso es exagerar. #*₩~₩*# Ahora, sólo hacía falta esperar. Debía esperar para saber si quedaría en esa academia o no. Era demasiado tonto todo ese asunto. Él está allí, atrasando planes y papeleo, por lo que era un simple capricho del Hitman. Porque y aunque sonara loco prefería estar haciendo papeleo en su oficina, en lugar de estar en ese sitio, un hotel cabe aclarar, esperando una respuesta para esa sarta de hechos irracionales. Era la Mafia ¡Por dios! ¿Eh intentaban meterse entre heroes? Su padre estaba chiflado por querer planear todo aquéllo. Y él mismo estaba frito. Sus guardianes ya se habían retirado a sus habitaciones, luego por supuesto de contarle que tal les había ido. Con algunas risas, chistes, gritos, Extremos, Kufufufus y Kamikorosus, por todos lados, hasta que lo escucharon bostezar y se largaron sin miramientos y sin nada más que decir. Ahora, muerto de sueño esperaba una postal, quizás. Si tutor estaba dormido y él sólo sufría la espera. Hasta que.. Tocaron la puerta y dejaron un paquete. Hora de la verdad. _&_&_&_&_ ' -..Estimamos a Sawada Tsunayoshi, que fue aceptado en Yuuei, al haber aprobado ambos exámenes..-' Y ya no pudo leer más porque indiferentemente de la edad que tuviera se había desmayado tras leer la carta. ¥₩¤~¤₩¥ - ¡Izu-Izu-Izuku! La mujer mayor corrió hacia su hijo a tropezones con una carta en manos y los nervios a punto de comerla viva en la entrada de la casa. El mencionado tomó la carta y corrió a esconderse en la privacidad de su habitación. Con su madre esperando en el pasillo de la parte de afuera de su habitación, respiró profundo luego de haber estado contemplando un rato la carta en su escritorio, rompiendo el papel de una buena vez. Era hora de enfrentar su destino. Así esté fuera capaz de condenarlo. #*₩%~%₩*# - ¡Cómo se esperaba del Juudaime! - Su mano derecha gritaba a los cuatro vientos, y observando con ojos brillantes, por el hecho de que había sido aceptado en esa Academia De Héroes. - ¡Ningún inepto siquiera podría rechazar la grandeza del Juudaime! Quería huir de allí, pero estaban todos sus guardianes, incluso su Niebla Mayor que se encontraba cerca pero que nadie además que él y su Niebla Menor lo sentían, ya que había dicho que se marchaba porque aquello le parecía aburrido y nadie dejaría que se escapará a esas alturas. - ¿Qué es lo que sigue en el plan, Sawada? - Habló sonriente Ryohei, manteniéndose calmado desde que nos habíamos reunido para comunicar los resultados de los exámenes. Maldito Reborn, se había quedado a dormir en el hotel como el demonio que es, pasando a obligarnos a asistir a las clases de héroes. Observé a mi energético Sol y no pude evitar suspirar rendido, que fuera lo que Reborn quisiera. - Mezclarse con los demás chicos de la Academia. - Explique cansado y sintiendo un poco de enojo al recordar el examen apretando el puente de mi nariz, y a los niños peleando con los robots. - Deberemos mantener la guardia alta y no llamar mucho la atención. - Continué, teniendo la atención de todos mis Elementos sobre mi. - No se para que Reborn nos trajo y tampoco porque quiere que nos mezclemos con héroes pero manténganse alerta y tengan cuidado, no creo que simplemente sea para divertirse. Advertí serio, recibiendo asentimientos de que estaban de acuerdo de parte de todos los presentes. Sólo quedaba el pequeño inconveniente de que sus guardianes no entraban en los uniformes escolares, excepto su Pequeña Niebla y desgraciadamente él mismo. Habían tenido, todos ellos, que vestir las camisas y pantalones negros de los trajes que diariamente suelen usar para las misiones, hasta que les consiguiera uniformes a la medida. Así que sólo Chrome y él llevaban los uniformes de estudiante. No sabía qué demonios había hecho su padre para que vieran a sus guardianes ¡como adolescentes! Los que los aceptaron o estaban ciegos o eran tontos. Porque se les veía la madurez, hasta en sus auras. Eran demasiado grandes y a comparación de él, ellos sí se veían de sus edades, incluso su Niebla Menor se veía como toda una mujer. Él parecía un simple niño entre adultos. Era deprimente saberlo. Pero tenía que ir dejando aquéllo de lado. Era hora de enfrentar las primeras clases, en su primer día. Hay Dios, si estás ahí apiadate de mi alma. ¥₩£~£₩¥ Al parecer había dos clases del departamento de héroes, luego sólo habían una o dos en el resto de las especialidades. Porque seguramente no todos aprobaban el examen de admisión, por lo que terminaban entrando en cualquiera de los otros departamentos. Por algo era una escuela tan grande. Se escuchaba mucho barullo y noticias por todos lados de que era el primer año que se veía obligado a tener tres clases en el heroico. Era impropio de UA. Pero era sorprendente que hubieran tantos aprobados en el examen de admisión. Cuando la mayoría de veces eran menos de lo esperado los que eran aceptados. ₩¤%~|~%¤₩ Primero 1 - L Tercera y recientemente agregada clase del departamento de héroes. Por culpa de ellos. Eso lo desanimaba un poco, sería raro que no llamarán la atención por provocar que la escuela incluyera una nueva clase. Allí la clase no era muy extensa en cuanto a los alumnos ya que sólo eran siete. Eso era extraño. ¿Agregar una clase más sólo para siete alumnos? Pero bueno en UA no se podía esperar menos, no con su flexibilidad hacia los alumnos. Esa mañana había sido bastante revoltosa el verse obligados sus guardianes a convivir en un departamento algo pequeño, pero no permanente. Si ya de por sí peleaban en la mansión. Ya que su revoltoso Sol, a pesar de ser un adulto, seguía lleno de energías al despertar. Y su Nube no solía tener la maña de querer escuchar gritos apenas saliera el sol. Menos mal y su Niebla mayor no estaba allí. Por ello tuvo que intervenir y además apurarlos para distraerse con que llegaron tarde. Había sido una buena excusa. Nuestro castaño y sus elementos a penas llegaron a la entrada no pudieron evitar el tener el primer pensamiento grupal acerca de la Academia el cual era que el lugar era muy colorido y llamativo, además de grande. - Tsuna - Nii. - La voz repentina de Lambo me hizo voltear, encontrandolo a unos cuantos pasos detrás de mí, mientras los demás estaban ya delante de nosotros pero se detuvieron a esperarnos. Me volví en mis pasos y me coloqué frente a él. - ¿Qué sucede, Lambo? - Fue mi suave pregunta junto con una sonrisa, intentando que dejara de temblar acariciando lentamente uno de sus brazos ya que me sobrepasaba en altura desde hacía un tiempo y no llegaba a su cabeza. - No quiero.. Entrar.. - Fueron sus palabras en tono bajo mientras enredaba sus dedos nervioso y se encogía de hombros. - Tengo miedo.. No sé en qué pensaba Reborn al mandarnos aquí.. Pero no me gusta.. - No pude evitar sonreír enternecido, por qué mi ya no tan pequeño Rayo seguía siendo algo tímido, pequeñas lágrimas se asomaban en sus ojos y no se animaba a observar otro lugar más que sus manos. - Tranquilo, estamos todos juntos en esto. - Le ofrecí señalando a los demás de los cuales sólo Hibari y Gokudera no sonreían. - Todo saldrá bien, pequeño Lambo. - Si, escucha las palabras del Juudaime ya que tiene razón. - Gritó histérico la Tormenta a la distancia, antes de medio amenazarla. - ¡Así que ya deja de llorar, vaca estúpida! - ¿¡A quién llamas vaca estúpida, Bacadera!? - Devolvió el insulto, luego de secarse las lágrimas y comenzar a acercarse al resto del grupo de forma enérgica. - ¡Pues a ti, vaca estúpida!, ¿¡Y a quién diablos llamas Bacadera!? - Grito de vuelta el peliplata que tenía el cabello algo largo atado en una coleta. - ¡Ya compórtense!, O los morderé hasta la muerte. - Hibari habló fuerte a punto de sacar sus tonfas. Y fue ese momento en el que entendí que debía intervenir o algo malo pasaría. - Ya chicos, ¡Chicos! ¤$&^*^&$¤ Bien, se encontraban frente a una enorme puerta. Y cuando digo que es enorme.. - ¿¡Para qué diablos es tan grande!? - ¡Yo creo que es extrema! - Ma, ma, tranquilos, tranquilos. Si no fuera por el enorme 1L, que se leía en la puerta me hubiera devuelto por donde vine. Necesito tranquilidad y mucha, mucha suerte. #&^$^ Sentados en sus lugares, optando por simplemente ocupar los primeros tres bancos de las dos hileras que estaban junto a las ventanas, esperaban a quien sería su tutor de curso, suponía Tsuna. Todos se mantenían sentados de forma recta y en silencio. Habían trabajado para la mafia, para su Jefe allí presente. Sabían cómo comportarse. Luego de esperar unos minutos la puerta del salón fue abierta de forma brusca y un grito se abrió paso desde ella. Lo cual descolocó al castaño, provocó gracia en el pelinegro que portaba una cicatriz en su rostro, enojo a un peliplata y a un demonio de la disciplina, avergonzó a una mujer, emocionó a un boxeador y sorprendió a un adolescente de cabellos alborotados. - ¡Hello, everyone!, ¡I'm a Present Mic!, - El sujeto hablaba en inglés y parecía un completo descontrol andante, tal parecía que era el que había estado en el examen escrito y al único que le parecía agradable del todo su entusiasmo parecía ser a Ryohei. - ¡Seré su Tutor de curso, así que cualquier pregunta o consulta pueden ser respondidas for me! Tal parecía que si podía hablar en español. Una pequeña gota cruzó el rostro del castaño. - ¡Me agrada señor Mic, al extremo! - Mi Sol no pudo evitar saltar de su asiento y ponerse de pie alzando uno de sus brazos al cielo con el puño apretado, emocionado. - ¡Ese es el espíritu, Kid! - Sí, sin dudas el Cielo supo que desde ese momento las cosas tomarían rumbos extraños. Muy extraños. - ¿Hay algún salón de disciplina? - El castaño no pudo evitar suspirar cansado. Su Nube se había tardado un poco en preguntar aquello. - ¡No lo necesitamos, My friend!, ¡Ya que la Academia es muy estricta en cuanto a la entrada de los alumnos y su disciplina! - El pelinegro sólo suspiró y volvió a guardar silencio, aún de brazos cruzados. - ¿Y no hay clubs de deportes? - No pudo evitar preguntar la Lluvia sin dejar de sonreír al levantar la mano. - ¡No los hay, ya que las clases y los entrenamientos de dobles turnos no dejan espacio para ello! - Siguió aclarando sin dejar de mantener un tono fuerte y constante de voz. - Que pena. - Volvió a su lugar el pelinegro estirando sus brazos hasta detrás de su cabeza sin dejar su sonrisa relajada. - ¿Alguna otra pregunta? - Todos en el lugar mantuvieron silencio sin dejar de observar. - Bien, ¡Si más adelante tienen dudas, ya saben a quién preguntar! - Y sin más tomó un rumbo de clase, sólo un poco más normal, comenzando por tomar la asistencia, notando que un alumno faltaba. ¤#$^*^$#¤ Las cosas tomaron un rumbo algo más extraño. Nos dio unas planillas de horarios con cada una de las materias que tendríamos. Unas cuantas referencias de la institución, nos recomendó su programa de radio y nos llevó pasada una hora a un 'entrenamiento', en palabras suyas. Todo sucedía tan rápido que no podía evitar marearse. En los vestidores, donde tenían que cambiarse a unas ropas de gimnasia que proporcionaba la Academia, antes de ir al campo de deportes, no pudo evitar recargarse contra el que sería su casillero a partir de ahora, cuando apenas había logrado quitarse su ropa superior. Se sentía mareado y algo enojado aún por los recuerdos frescos del examen físico de admisión de hacía ya una semana. No se sentía completamente bien. - Tsunayoshi. - Una brazo fue apoyado en su espalda, terminando por rodear su abdomen sujetándolo, impidiendo que se desparramaba sobre el suelo. Volteó fatigado su cabeza y observo a quien se le había acercado. - ¿Te sientes mal, Tsunayoshi? - Preguntó el de cabellos negros, observando con sus negros y petrificantes ojos y usando un tono cifrado en el que denotaba preocupación hacia él. Apenas le sonrió tratando de calmarlo usando de apoyo los casilleros fríos aún frente a él. Estaba acostumbrado a tener bajones cuando estaba trabajando y creía firmemente que ese no era diferente. Sólo debía descansar un poco una vez llegará a casa. - Estoy bien, Kyoya. - Pronunció suave, no convenciendo del todo el otro quien de igual forma deshizo su agarre de manera lenta no queriendo soltarlo realmente y que volviera a caerse.. El más alto se alejó luego de ello para terminar de cambiarse, pero dando una que otra mirada de preocupación al castaño quien había vuelto a emprender la tarea de desvestirse y terminar de colocarse el traje de entrenamiento en su lugar. Para que luego de ambos estar ya preparados reunirse con el resto, quienes ya estaban listos y no habían presenciado tal acto, e ir todos juntos hacia el lugar de entrenamiento con toda tranquilidad. #*&$^$&*# Mientras tanto otro grupo se dirigía a los vestidores arrastrando los pies y respirando aliviados luego de tal presión, tanto física como mental de parte de su tutor. Quien para motivarlos en las pruebas había dicho que el peor calificado sería expulsado. Sí, definitivamente Izuku tenía suficiente de ello por ese día. Necesitaba descansar un día entero luego de eso. #¤^&*&^¤# - ¡Very good!, ¡Somos el último grupo, así que siéntase libres de liberar sus Quirks en las pruebas! - Todos estábamos en completo silencio, simplemente escuchando y manteniendolo igualmente luego de que terminará. - ¿Qué esperan?, ¡Que pase el primero! No nos había explicado que debíamos hacer exactamente, pero mi Sol comenzó a avanzar sin importarle la poca información. Era muy precavido pero seguía manteniendo algo de su espíritu competitivo. Solía competir algunas veces con él, tan sólo para verlo sonreír. - ¡Muy bien, Sasagawa!, ¡Lanza la bola con todo tu poder! - Y allí comenzó todo un espectáculo lanzando por mis Elementos. No podía evitar sentirme más cansado cada vez. _&_&_&_&_ No podía evitar apretar sus dedos de los nervios cada vez que uno de sus guardianes lanzaba. En especial cuando habían llegado los turnos de Hibari y Yamamoto, los últimos en hacerlo. Ellos dos por poco y le dan un infarto. Pero bueno al menos ya podía esperarse de antemano lo que pasaría. Hacía años que vivían y trabajaban en la misma casa, que no lo era, y trabajaban en el mismo trabajo, trabajaban para él. Recordaba cada uno de los tiros, ya que por el bien de las instalaciones y cualquier persona que podría estar dando vueltas a esas horas por el perímetro, los estaba persiguiendo con la mirada, atento a cualquier cosa fuera de la zona tranquila. A pesar de que su tutor les había dicho de que eran el último grupo allí. Su Sol lo había lanzado con su fuerza y emoción contenida y liberada al tope, creando una pequeña sacudida en el suelo. Provocando una grieta bajo suyo y que mis pies se tambalean, pero dentro de todo aquello pasaba desapercibido, cualquiera podría pensar que tenía superfuerza o algo parecido. Su Tormenta le siguió, haciendo explotar el tiro con una de sus dinamitas como si no fuera nada. Acaparando sorpresas en la expresión cambiante del profesor. Con ello pude soltar un suspiro, Gokudera sabía esconder el momento en que usaba sus explosivos, es un adulto sabe cómo expresarse. Su Rayo lo había lanzado con dos de sus dedos formando una especie de catapulta, utilizando un movimiento que se había inventado hacía un par de años y que generalmente utilizaba para pelear con Hayato, no era muy dañino y solo liberaba una pequeña carga eléctrica. Su Lluvia, ya que aún mantenía su amor por el deporte y tenía un muy buen brazo para tirar una bola, no utilizo nada más que sus manos y fijación en su mirada. Los recuerdos del pasado casi me tumban al suelo al verle tan sonriente luego de lanzar, al igual que en la secundaria. Luego su Nube que no mostró mucho interés, impregnó la bola con sus llamas de la Nube y la lanzó dando media vuelta sin mirar a donde iba, dejando que hiciera lo que quisiera. Y al final una de sus Nieblas quien tenía algo de vergüenza por el extraño uniforme pero lo ocultaba sin dificultad, sólo que yo aún podía notarlo. Sólo lanzó con su brazo la bola, no fue muy lejos pero paso unos cuantos metros, tenía buen brazo porque también entrenó su cuerpo con los años, pero no iría tan exageradamente lejos. Dejando los seis destrozado todo el medidor de tiros y si no tuviera al poder de gritar creo que también la garganta del profesor llegando muy lejos. Y tras todos ellos llegaba mi turno, no me sentía bien, y aunque sí me sintiera bien no querría hacerlo. Me tambaleaba y me temblaban las piernas, quería irme, y a pesar de eso no sabía porque. Hasta que habíamos llegado a la Academia me sentía bien, luego.. Todo empezó a distorsionarse un poco. Igualmente me hicieron pasar al frente tratando de disimular mi estado, dejándolo marcado como simplemente los nervios. Tome la bola que me ofrecieron y me concentré para intentar prender las llamas sin necesidad de tomar mis pastillas. Estuve unos minutos en silencio y con los ojos cerrados, sentía que estaba allí, potente, fuerte y furiosa como siempre, pero apenas y sentí la chispa que no encendió. Terminé por rendirme y tomar una de las píldoras del frasco de mi bolsillo, ante la mirada fija de mis guardianes y nuevo tutor, el cual no dijo nada. Sintiendo un poco flojo mi equilibrio lleve mi brazo hacia atrás tomando algo de aire y lanzando sin esperar más tiempo. No sé qué pasó luego porque sentí el golpe del suelo al recibirme y la oscuridad absoluta. #¤&*&¤# Abrí mis ojos con algo de esfuerzo, puesto que me sentía muy cansado y ese sueño no me había caído nada mal. Aunque me hubiera gustado seguir durmiendo no recordaba haberme ido a la cama, por ello no podía relajarme. Pude abrir mis ojos luego de forzarme a despegar los residuos que quedaban del cansancio de mi cuerpo y observar alrededor, el techo blanco fue lo primero que pude distinguir luego una ventana a mi izquierda y una cortina a mi derecha. No parecía nada fuera de una sala de enfermería normal, en una escuela. Pude suspirar tranquilo un momento. Hasta que a mi consciencia volvieron recuerdos de escenas no tan gratas del pasado. Quizás no tan pasado. Unas que me robaron la serenidad en mis facciones. Sólo pude apretar mis puños a cada lado de mi cuerpo y entrecerrar mis ojos. ¿Por qué ahora? Cuando mi mente estaba tan tranquila. Estoy cansado. #$&¤&$# Camine por los pasillos siguiendo mi intuición para encontrar los vestidores de hombres y las duchas. Luego de estar un rato en la que ya entendía era la enfermería decidí salir al ya no sentir dolor y al ver que nadie llegaba o algo parecido. Y ya me sentía mejor, ya no sentía la sensación extraña en mi cuerpo por lo que estaba bien simplemente irme, ¿Verdad? Aún mantenía sueño en mi sistema pero no era algo diferente de lo que estaba acostumbrado a lidiar. Camine descalzo por los pasillos al no encontrar nada para colocar en mis pies, siquiera mis zapatillas de entrenamiento. Pero bueno daba lo mismo, aún tenía las ropas de entrenamiento de las que nos proporcionaba la Academia, por lo que tenía inevitablemente el sudor del entrenamiento bailando entre el traje y su piel. Era realmente incómodo. Quería darse una ducha y está vez no era sólo para relajar su cuerpo. #$¤*¤$# El sol estaba terminando por esconderse y la escuela estaba algo silenciosa e iluminada con las luces, al igual que los vacíos pasillos. Mis queridos guardianes y familia no estaban a la vista, siquiera en los vestidores o el patio de entrenamiento. Por ello simplemente seguí con mi trayecto hacia las duchas en silencio. Eran adultos, no importaba que tanto sucediera ellos eran muy fuertes, al igual que sobreprotectores. No debía alarmarse, aún. En verdad necesitaba un alto para todos mis pensamientos. En los vestidores busque en mi casillero mi uniforme de la Academia, mis zapatillas, junto con una toalla y me encamine a las duchas luego de cerrar despacio el casillero. Mis pasos descalzos eran silenciosos, tanto que me preocupaba verdaderamente no estar allí. ¿Los demás ya deberían de haber regresado al departamento? Apenas sonreí apenado. Son muy tercos para dejarme sólo. Cruce la puerta que separaba los vestidores de las duchas y me encamine a las bancas para dejar mi ropa sobre ella y comencé a quitarme mis prendas. Se sentían pegajosas y algo rasposas contra mi piel, pero qué más daba. Enrolle la toalla a mi cintura y suspire. Debía dejar de pensar tanto por un momento. Pero.. Si dejaba todo de lado siquiera por un mínimo segundo todo podría terminar de una u otra forma mal. Me acerqué a los banquillos frente a las regaderas y me encogí de hombros al sentarme. ¿Qué estás planeando Reborn?
La idea de un crossover en el que Tsuna y sus guardianes entren en UA pensando en que es simple diversion de Reborn y que termine siendo por una razón bastante contraria y perversa; Me resulta muy atractiva. Tengo un puñado de capítulos pero tienen polvo de unos años de abandono en la idea, así que dejaré lo que tengo para quien pueda hacer justicia o algo a la falta de éstos crossovers.
El cielo azul. ¿Lo había sido así desde el inicio? No. $#$ Viejos hábitos. Viejas costumbres. Viejas memorias.. Que no son mías. Había estado una gran cantidad de tiempo en medio de dos mundos. Siendo la Víctima en un comienzo y luego siendo el Asesino. Era aterrador no saber a donde pertenecer. A donde ir. Porque por más que hubieran más como yo, ellos ya sabían de qué lado estaban. Yo no. Era capaz de seguir órdenes al pie de la letra o incluso de no escucharlas y hacer lo que quisiera. Pero.. Era tan cansador.. Era pesado. Era incómodo. Y por supuesto era doloroso. Aunque, ¿Qué derecho tenía yo de decir qué era lo peor? Era como si un cerdo dijera que le duele que lo estuvieran comiendo. Aunque, ¿Quien asegura que no es así? #$&¤&$# Una nueva cuenta de ida y vuelta por unas repetidas veces en ese día. Yendo desde lo que era el muro María, hasta lo que es el océano. ¿Qué más podría hacer? El sol ya estaba cansado así que lentamente se había estado retirando. Dejando lugar a una luminosa luna, la cual tomaría su lugar por un rato ése día. Él ya debía de volver aunque no estuviera obligado. Era más como una orden que se había implementado a sí mismo, luego de todo ese tiempo. Se sentía tan cansado. Tan.. Pesado. Tan.. Estaba muy perdido. Sólo tenía el recuerdo de querer ir al océano, más eso no era suyo. Al menos.. No lo era ahora. Era de alguien más. Pero no recordaba muy bien de quién. Porque había sido mucho tiempo. Había estado bastante tiempo en ese sitio y las memorias no dejaban los hechos completamente claros. Era hasta frustrante. Pero no le daba demasiada importancia. Pués ya había sido mucho tiempo. Y ¿Qué importaba si ya estaban todos muertos? Solo dejaron que quedará solo sobre la vieja tierra. Un solo y viejo yo.
Idea para historia. Gravity Falls; Transcendence Falls. Jamás le había dicho a Mabel el verdadero motivo por el que había terminado de aquélla forma. Y no pensaba decírselo jamás. Tampoco creía que fuera tan malo. Se había callado muchas cosas a lo largo de su vida, ¿Acaso importaba una más? -*-*-*-*-*- Era como soñar que despiertas dentro de tu propia tumba y luego despertar de verdad y encontrarte verdaderamente dentro de un ataúd. Era como estar en una cárcel con llaves pero aún así no poder salir.
Una idea que salió a partir de la nada luego de recordar los sucesos de Infinity War, estoy resentido. Si alguien lo hace fic, sólo aviseme porque no tengo la mente para hacerlo por mi mismo. _________ Scott tubo que enfrentar la peor situación de su vida sólo. Si, fue y seguía siendo AntMan, pero serlo también implicaba muchos problemas. En su tiempo de su casi absoluta soledad, se permitió recordar todos los sucesos de su pasado, como si estuviera muriendo y ese mito que decía que veías toda tu vida ante tus ojos estuviera sucediendo. Siendo cortado por su ex, terminando en la cárcel, conociendo a su mejor amigo Luis. Si, la vida era muy corta. Robando la casa de Hank Pym, probando su traje, intentando devolverlo al usarlo y pasar el peor miedo de su vida. Siendo encarcelado de nuevo, por la nueva pareja de mi ex, recibiendo la ayuda de Hank para lograr salir y terminando por ayudarle. Conocer en el proceso a dos chicos de parte de Luis, y terminar por ser amigos, Kurt y Dave. Conocer a Hope, enamorarse de Hope, ser regañado por su padre, y terminando por ser rechazado por Hope, pero en buenos términos de amistad. No había estado tan mal. Vencer, pero más bien para mi asesinar, a Yellow Jaket. Terminar en mejores términos con mi ex y su pareja, consiguiendo más amigos. Conseguir una más estrecha amistad con Hope y Hank. Y.. Pasar un par de años cerca de ellos realizando misiones y mejoras, antes de pasar un año apartado y participar en la tan conocida Guerra Civil. Unos extraños, un grupito que Hank me envió a observar, aterrizó en la tierra de un día para otro. Una nave espacial. Mi cerebro explotó buscando una respuesta lógica, mientras miraba dorprendido a las pantallas con las imágenes y a los científicos que estaban en la habitación, hasta que Hope me golpeó y me mando a realizar la misión de una vez. Puedo asegurar que no se mucho hacerca del reino cuántico, pero absolutamente si se más que del espacio exterior. Varios seres con forma humana, pero con características que no venían definitivamente de éste planeta. Y un humano, hasta donde puede verse, normal. Ese fue nuestro primer encuentro. -------------------------- (Scott, embarazado y encerrado en el mundo cuántico mientras sucede de imprevisto el chasquido del titán loco, desintegrando a las únicas personas que saben que está allí dentro, Hope, Hank y Janet. Pasa los cinco años, antes de que la casualidad de una rata al azar lograra sacarlo de sorpresa de ese sitio. Pero no vuelve solo. No le había dicho a sus tres amigos que estaba esperando, porque si lo hubieran sabído no lo hubieran enviado bajo ninguna circunstancia. Además de que estaba seguro de que se hubieran armado muchos problemas para buscar respuestas. Pero él esperaba decirlo un poco más adelante, total su misión de esos momentos sólo duraría unos instantes, nada más. El cálculo falló. Tuvo muchos problemas para pasar los meses restantes hasta que finalizará su gestación, pasando mucho tiempo sin darse cuenta. Terminando de pasar siete meses asustado, pero que pasaron en segundos, y su embarazo extraño llegó a su punto final demasiado rápido. Su pequeño bebé, cuyo género ignoraba porque nadie más sabía de su extraño embarazo por lo cual no había podido recurrir a un doctor, estaba preparado para salir y él no sabía que hacer. Estando "flotando" en un mundo super diminuto, en una especie de vacío sin células o átomos o algo más pequeño aún no descubierto. Sólo. Enfrentando una situación desconocida de la cual no tenía conocimiento o siquiera tranquilidad para pensar que hacer. Generalmente suele ser bueno bajo presión, ¡Pero esta situación es demasiado desconocida! Los dolores de tirones, patadas, estiramientos, movimiento, y varias cosas que podía pensar que sucedían por los dolores que le ocasionaban. Su cuerpo estaba, hacia unas varias horas creía él, moviendo los huesos de su pelvis y parte baja para expulsar al pequeño ser que quería salir ya, y él estaba asustado. ¡Qué diablos estaba haciendo! Tuvo que retraer su casco por el calor en un momento y arriesgarse a los efectos que podría darle su precipitada acción. Bajar el cierre con mucho esfuerzo y dolor, de su espalda, para mover su traje y quitar sus pantalones, remera y ropa interior atandolas a sus piernas, y su traje a su mano, para que no se alejaran flotando en ese vacío, sabía que saldría su bebe y apenas podía pensar por donde. El dolor y el miedo no dejaban que logrará pensar en algo, además de que no sabía que debía hacer ni tenía a alguien que pudiera por lo menos estar con él. Estaba sólo en eso. Scott sólo tenía que arreglarse con su problema. ¡Pero no podía! ¡Era un hombre, maldita sea! ¡No se supone que tendría que pasar por eso! ¡Pero tampoco tenía las agallas de deshacerse de un ser vivo que no tenía culpa de nada! Pero estaba asustado. Podría morir al dar a luz. Es una situación de la cual nunca escuchó antes, y no sabe si podría sobrevivir. Los hombres no nacieron para esta clase de cosas. Todo el aire de su cuerpo se escapó en un momento, mientras se quedaba con la mirada perdida en el vacío cuántico, sintiendo que el pequeño ser se removia dentro de un lado hacia otro y luego hacia abajo, y sabía lo que significaba. Ya estába listo para salir. Aún con una capa de sudor cubriendo su cuerpo y viviendo la situacion más aterradora de su vida, sabía cual era su misión, sabía que esa pequeña vida en su interior dependía de él para venir al mundo, conocerlo y conocer a su otro papá, y conocer la galaxia entera. Sí, no podía morir en el intento. Debía vivir. Debía vivir por el bien de su pequeño bebé. Así que en ése momento en que sintió pulsar debajo y sus piernas ya se habían extendido todo lo que pudieron, una señal en su subconsciente le empujó a realizar la fuerza como si fueran sus instrucciones mentales. Como si a alguien le hubiera llegado su determinación y le hubiera mandado una mano de ayuda. Aguanto la respiración y empujó con toda las fuerzas que le quedaban, hasta que sintió que algo comenzaba a salir bastante rápido, dejando un sentimiento de vacío en él muy pronto. Y en tan solo unos momentos comenzó a escuchar un pequeño y chillón llanto que le obligó a dar brasadas con sus manos para moverse hacia esa dirección y tomar al pequeño ser que flotaba a unos cuantos centimetros de Scott y que amenazaba con tomar más distancia si no lo agarraba más rápido. Pero sus brazo si llegaron al pequeñísimo bebé y le sostuvieron con delicadeza demostrando cuanto le importaba al mayor. -Eres tan pequeño.. - Acaricio la pequeña cabecita quitando los restos de sangre, observando como aún mantenía sus pequeños ojitos cerrados, y notando una pequeña característica más. - Oh, eres una pequeña. - La inclinó sobre su cuerpo para desatar su remera de su pierna y usarla para limpiar a la pequeña, observando sorprendido, pero muy cansado, como la pequeña bebé se aferraba a su cuerpo y de inmediato se prendia a su pezón izquierdo y comenzaba a succionar algo. No podía estar más fuera de lugar. Su cuerpo no había desarrollado pechos de mujer como para que explicará aquello, pero el pequeño ser parecía lograr sacar lo que buscaba por lo que no podía obtener una respuesta justo ahora. Pero aún así sonrió feliz. Lo peor había pasado. - Bienvenida al mundo, o a uno muy pequeño, pequeña pulga.)