Your gateway to endless inspiration
Todos ustedes son mis preciados elementos, mis preciados amigos, mi adorada familia, ¿Podrían haber pensado mal de mi alguna vez? Cruzaria, y cruce, tierras y mares para tenerlos a salvo conmigo, ¿Podría pensar alguna vez en que ustedes podrían llegar a ser mis enemigos? Estoy preocupado por lo que pueda suceder en el futuro, siempre estoy preocupado por lo que pueda pasar en cuanto deje pasar un simple parpadeo. El pasado quizás está repleto de peleas y guerras escalofriantes, pero de ellas fue que conseguí a mi gente preciosa y las cuales me cambiaron para formar lo que soy ahora. Un adulto no tan bueno para nada, quiero decir. Ahora sólo trato de alejarme de todo eso. Trato de esconderme y desaparecer con todas esos cambios que se aferraron con dientes a mis huesos. Y no tengo idea de adonde me está llevando todo esto. ¿Cuáles eran los planes para todo esto? ¿Qué tipo de detalle deje pasar en todo este gran desastre? Ohh, Reborn va a matarme. Pero yo realmente creo que obtuve mucho más sentido al pensar en todo esto solo, no tuve trabas, contratiempos, ni dudas. ¿Abandonar a mi preciosa gente por protegerlos de lo que sería lo más doloroso para un elemento? Se. Esto es lo correcto. No necesito opciones luego de que todo hubiera sucedido, yo necesito control sobre estos sentimientos. Mi tiempo ya se volvió escaso, mi reloj fue vaciado rápidamente y ahora no tengo para perder. No debo ceder a estas alturas, debo mantener la cabeza en alto ante mis deciciones. Y cuanto menos esperen que algo suceda voy a actuar. ¿Podrían haber pensado alguna vez en que podrían llegar a llamarme su enemigo?
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Utilizando 'Mystery Skulls - The future' de fondo.
- Tsuna recibe el chupete arcobaleno luego del arco de arcobaleno, por lo cual ya nadie más debía o portaba alguno. Entonces ¿Qué está sucediendo? ¿Y porque Tsuna?
Estaba de más decir que todo lo planeado, junto con los regalos que querían darle, apenaba mucho a Chrome.
Ah eso si, no se acercaba en nada, ni un pelo, a cuando era a su jefe a quien le daban los regalos.
Un tomate podría decirse que era el castaño en esos momentos.
El Cielo en estos momentos cargaba, luego de ofrecerse, las compras que las féminas realizaban en cada lugar visitado.
No le molestaba en lo absoluto, su fuerza aumentada con los años no era poca, y su pensamiento siempre era y sigue siendo que será el que estará siempre para servir a su familia.
En las mañanas de esas fechas solía hacer frío por lo que todas habían recogido un abrigo para llevar puesto y él no era la excepción, el único inconveniente para él era que el abrigo que había agarrado a las apuradas y por instinto de supervivencia, por culpa de Reborn, había sido nada más ni nada menos que su capa de Décimo.
Se sentía avergonzado, por Dios.
Pero gracias a todo lo bueno en el mundo nadie parecía notarlo a él, su presencia era nula en el universo y aumentó aún más al tener a quienes considera parte de su preciada familia, vestidas de forma muy llamativa.
Podría decirse que ello era bueno y algo malo en partes iguales, por el momento.
Pero igualmente hacía un esfuerzo en tratar de ignorar las malas versiones para no arruinar el lindo día de una de sus guardianas y sus amigas.
Lo que le hacía recordar que aunque trabajarán tan arduamente y se merecían descansos prolongados, desde su punto de vista claro.
Pero ellas siempre lo rechazaban cuando les decía que tomarán algunos días de descanso, el mismo no podía por ser el cabecilla pero eso no era relevante.
Por lo que cuando se los pidieron no dudo ningún segundo en aceptar.
Estaba de más que se lo pidieran a él ya que simplemente podrían dejar de trabajar el tiempo que quisieran y él no les diría nada, todo era por la comodidad de su preciada familia.
Siempre iban con él a consultar todo tipo de situaciones y problemas, lo cual lo alegraba en gran medida ya que lograba aliviarles el estrés y la presión que conllevaba pertenecer a la Mafia.
Y no tenía problema con eso.
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Ahora finalmente se encontraba en una banca, en una tienda de ropa, esperando y descansando.
Caminar de un lado para otro cansaba, lo admitía pero no en voz alta, pero no significaba que no le gustara ayudarles.
Tenía unas quince bolsas de ropa a su derecha en el suelo y esperaba pacientemente observando a la nada a que las chicas se probarán todas las prendas que quisieran y eligieran cuales llevar.
Incluso Chrome se había agarrado a aquélla idea, lo cual lo hacía feliz.
Reiteraba por milésima vez que no tenía problemas con ello es más lo hacía feliz todo aquello.
- J-jefe..
Atendió inmediatamente el bajo llamado hacia su guardiana que había resultado ser la primera en salir.
Vistiendo un vestido púrpura largo hasta sus pies y suelto, sin ningún adorno ni nada parecido, muy sencillo y elegante.
- ¡Se te ve muy bien Chrome! - Le sonreía alegre, cálido, demostrando la verdad en sus palabras.
Y no podía haber respuesta más honesta que esa.
Si, encajaba a la perfección con el aura que ella emanaba.
- G-gracias, jefe.. - La muchacha se sintió avergonzada y halagada en partes iguales.- Entonces, iré a cambiarme.. - Y con ello volvió por donde vino.
Pareciera que la muchacha siempre pensaba a futuro, porque en unos cuantos días se daría una especie de baile en la mansión de una persona que quería ser aliada de Vongola y bueno, ese vestido le quedaba muy bien si quería usarlo para esa ocasión.
Las siguientes en salir fueron Kyoko e I-pin.
La adolescente con un vestido chino de color azul, largo hasta sus tobillos, con un bordado de flores y cortado en ambos lados.
Y la de cabello castaño claro, llevaba uno alargado y con varias capas de color plateado sin ningún bordado más que una flor dorada enganchada al cuello.
- Y ¿Qué tal, Tsuna?
Parecía que todas se habían puesto de acuerdo con elegir vestimentas sencillas pero elegantes.