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Parte 6
No tengo por qué molestarle, si, no tiene por que relacionarse conmigo si así no lo quiere.
En camino a la estación me detuve, al escuchar cierta voz.
- Ya deberías de aprender a no meterte donde no te llaman, niño insolente.
Volví mis pasos hasta llegar a la única calle,a la cual no le llegaba la luz de las farolas.
Lo que vi, me provocó una fea opresión en el pecho.
Un grupo de chicos de secundaria, junto con tres hombres adultos estaban golpeando a otro chico, que parecía estar haciendo frente a los agresores por otro chico detrás de él.
El verdadero problema era que... el que estaba de escudo..era Reigen.
72%
Reigen..
73%
Reigen no tiene que estar.. en esa situación..
79%
Emprendí camino acelerado hacia mi, ahora, alumno, y me posicione frente a él, dándole la espalda y encarando a sus agresores.
- ¿Y tu que? ¿¡Acaso vienes a interferir inútil!?
87%
Eleve unos centímetros mi pierna, derecha, del suelo, y la baje estampando con fuerza.
Ello provocó que el suelo se sacudiera, y la parte donde estaba parado se hundiera partiendo el pavimento.
Ante las miradas y rostros bañados en miedo, confusión y asombro, levante ligeramente mi mano derecha provocando el levitar de algunos escombros del edificio detrás de mí, que se sacudió por el leve temblor que provocó mi pierna.
98%
- ¡No toquen a mi alumno!
Hice levitar a los adultos, junto con los adolescentes que estaban con ellos, y los hice retroceder hasta unos tachos de basura.
99%
Luego los manda hacia el cielo, extendiendo mi mano.
Como se atrevieron...
100%
A tocar a Reigen.
Enojo
Definitivamente, no fue un buen día.
*-+-*-+-*-+-*-+-*-+-*
Abrió sus ojos y suspiro, observando al niño dormido, a uno de sus lados.
Y era que si, había vuelto a suceder.
Después de mucho tiempo.
Observó un poco más al menor y apartó la vista hacia otro lado del cuarto, suspirando.
Dolía, claramente lo hacía.
Lo había pedido en muchas ocasiones, a lo largo de todas sus vidas.
El que "le permitieran verlo de nuevo".
Prometió que nada le sucedería, si lo dejaban verlo, una vez más.
Se estaba por volver loco, siquiera tenía algo, más que sus recuerdos, para tenerlo presente en su mente.
Era doloroso.
Volteo nuevamente, y observó el rostro del más joven, lleno de gasas y parches, por las heridas y hematomas.
Todo por su culpa.
El otro muchacho no tenía ninguna herida, sólo simples raspones.
Parecía que Reigen, había recibido la completa paliza, por los dos.
Se había desmayado en algún momento, después de que él había aparecido en escena, y el otro chico le había agradecido y escapada en cuanto todo había terminado.
Reigen era un chico verdaderamente valiente, y valioso.
Tal como antes lo era. Pero nadie lo notaba.
Si tan solo hubiera salido antes de su trabajo.
Ellos no tendrían porque haber vivido aquello.
Se puso de pie, y tomó, cuidadosamente, entre sus brazos, al de cabellera anaranjada, del sofá, encaminado hacia su cuarto, ya que lo había llevado a su casa, al no saber donde vivía el menor, y lo recostó en su cama.
Le quitó la chaqueta de la escuela, y lo arropo entre las sábanas.
Luego de ello, la dejó en los pies de la cama, y salió nuevamente de la habitación.
Se dirigió hacia la cocina, para tomar su cajetilla de cigarrillos, y salir por el balcón, cerrando la ventana.
Tomo uno de los palillos repleto de nicotina, lo encendió, aspiró, lo retuvo y lo exhalo.
Luego se recargo en el barandal.
Solo esperaba que los padres del chico no se alterarán mucho.
+[*-*]+
85%
Sentía su contador aumentar rápidamente.
Shisho estaba frente a él.
Acababa de gritarle, que si quería huir podía hacerlo, que no estaba obligado a pelear.
Había sentido alivio.
Pero...
Luego Shisho había sido cortado por esa espada.
Y había caído al suelo.
Lo había visto en cámara lenta.
El cómo poco a poco sus ojos perdían brillo.
Lágrimas comenzaron a caer, agrias y gruesas, por mi rostro.
- ¿¡S-Shisho!?
98%
Mi vista comenzó a nublarse rápidamente.
Me sentía asustado, el pecho apretado.
No podía respirar.
- ¡Shisho! ¡Por favor, despierte! Me había tirado al suelo, a rogarle a Reigen que se levantara.
Mientras veía el charco de sangre agrandarse bajo su cuerpo.
100%
Me sentía ahogado.
- ¡GHAAA!
Agonía
+-+-+
Lágrimas habían comenzado a caer, nublando mi vista y el resto de mis sentidos.
Me sentía asustado, aterrado.
Apretaba mis manos contra mi cabeza, tratando de borrar la imagen que estaba pegada a mis ojos, con sentimientos de no querer abandonarme.
Hasta que sentí como unos brazos me rodeaban, y un cuerpo me sujetaba contra sí mismo, compartiendo su calor corporal.
- Hey... Mob...
- Esta bien Shigeo, todo está bien. - Abrí mis ojos aún más, sorprendido, pero solo distinguí, un cabello anaranjado, más arriba de mi cabeza. - Fue solo una pesadilla.
Mis lagrimas aumentaron, y me aferre a ese abrazo.
Recibiendo caricias amables, de parte de esas cálidas manos.
- Fue solo una pesadilla.
- + - + -
- Lo siento... Reigen.
Me encontraba en mi sala, de rodillas en el suelo, frente a quien le tengo un gran aprecio, desde hace demasiado tiempo, y quien también, es mi actual alumno.
- No importa, Shisho.
- Siento mucho que hayas tenido que... - Fruncí mi ceño en desagrado, mirando hacia otro lado. - Vivir esa situación. ¿Seguro que estás bien?
- Le repito Shisho, - Lo sentí agacharse, acerca de mí, lo cual me obligo a voltear mis ojos hacia él. Se encontraba de rodillas frente a mi. - no ha sido problema para mi, estoy bien.
Sonrío hacia mi, mientras estiraba su brazo derecho y revolvía mi cabello.
Esboce una pequeña sonrisa.
Este es Shisho.
Pensé.
_-_-_
Desde el momento, en que nací, pareciera que, tenía un arma cargada.
Y luego, con ella, hice un agujero, en todo lo que amo.
En Ritsu.
En Ekubo.
En Hanazawa.
E incluso, a muchas personas más, que no conozco.
Quisiera preguntar, inocentemente, ¿Por Qué recuerdo todo esto ahora?
Pero estaría mintiendo.
Ya que nunca, e dejado de pensar en las cosas atroces, que e cometido, en todas mis vidas.
Ya que, estoy obligado a hacerlo.
-*-+-*-
Hice el almuerzo para Reigen, con los ingredientes, que tenía en la cocina, y que había comprado, hacía algunos días.
Le prepare Teriyaki, con algo de pollo, tomate, y huevo, mientras, me ocupaba de acomodar, algunas cosas en mi oficina.
Luego de ello, fui a mi habitación, a tender mi cama, la cual apenas estaba desacomodada, por ello apenas sonreí, me di una ducha, y me coloque otro traje, poniendo a lavar el anterior.
Volví a la sala, y me encontré con que Reigen no estaba, fui extrañado hacia la cocina, y me lo encontré lavando los trastes, que había estado utilizando.
- Reigen, no tendrías que haberte molestado.
Me le acerque, arremangado las mangas de mi traje.
- A, no importa, yo los use después de todo.
- No, te ayudaré secando.
Él, simplemente, me sonrió amablemente.
*&#&*
Acompañe a Reigen a la escuela, llamando en el camino, a sus padres, para hacerles saber, que su hijo estaba bien. Se habían asustado, en cuanto habían recibido la llamada, de un número desconocido, hablando de su hijo. Pero, en cuanto les explique la situación, se tranquilizaron, un poco al menos, pues parecía que el menor, no les había mencionado nada, del reciente trabajo adquirido. - Nos vemos Reigen, me iré a trabajar. Hice un ademán, con mi mano derecha, dispuesto a irme, pero mi, ahora, alumno me retuvo. - No tiene la culpa de nada Shisho, lo hizo para protegerme - Pareciera, que me conoce de pies a cabeza. - ¡Y se vio, verdaderamente, genial! Los ojos, de mi pupilo, parecían brillar con lo último que dijo, por lo cual, me avergüenzo. Y como no alcancé a decir nada, se fue, despidiéndose, al ser llamado por, un amigo, quizá. Por ello, retome mi camino hacia la agencia, debía volver a trabajar. '^&*$*&^' - Ne, Shigeo - Una voz se burlaba de mi. - No eres fácil de encontrar. Observé por sobre mi cabeza, de forma lenta, a quien me había hablado. No había sido buena idea. Pronto, todo a mi alrededor fue cayéndose a pedazos, sin poder detectar a quien se había acercado a mi. Y desperté. ¥₩%~% ₩¥ Mantenerme tranquilo, se volvió cómodamente más fácil en cuanto se sumaba la cálida presencia del adolescente. El trabajo pareció gustarle muy pronto.